24.2.09

La Encuadernacion de los libros


La encuadernación, que fue necesaria cuando cambió la forma del libro del rollo al códice, se perfeccionó con dos planchas, las tapas, una delante y otras detrás, y con el lomo por la parte del cosido. Las tapas al principio eran simples pieles; después fueron de madera recubierta de piel y más adelante, cuando se generalizó el uso del papel, normalmente se acabó sutituyendo la madera por cartón. Cuando algunos libros eran tenidos en gran estima, la piel se adornaba con grabados repujados, simples dibujos geométricos o también signos religiosos como la cruz e incluso con joyas.

La decoración fue enriqueciéndose con el paso del tiempo y de los motivos geométricos y vegetales se pasó en la Baja Edad Media a representar personas y animales y a la inclusión de motivos heráldicos y simbólicos. La nueva técnica de repujar se vio favorecida por inventos, la rueda o rodillo, que permitía hacer una larga incisión, y la plancha, cuya impresión ocupaba una amplia superficie. A este tipo de encuadernación sencillo, se le viene llamando monástica por haberse generalizado su uso en los monasterios y se caracterizaba, en ocasiones, al no llevar cuero, por estar la madera de pino o de nogal al descubierto.

En cambio los ejemplares destinados al culto que tenían que reposar en el altar a la vista de lo fieles, fueron enriquecidos con tapas de marfil, láminas metálicas, o de cuero decorado con elementos metálicos, y piedras preciosas y con grabados en relieve de temas religiosos, que a través de una artística composición dieron belleza y magnificencia al libro. La encuadernación lujosa se inició en Bizancio y como después se desarrolló en Europa Occidental se la llama bizantina y también de orfebrería o de altar porque recordaban el lujo de los relicarios bizantinos. Normalmente la tapa embellecida es la superior, la que se presenta al público. Ésta y la inferior, suelen llevar clavos de cabeza gorda o bollones, para preservar la piel cuando el libro debía pennanecer abierto. Fue relativamente corriente, cuando se disponía de ellas, la utilización en ejemplares lujosos de placas de marfil romanas. A veces, al finalizar la Edad Media la piel de la encuadernación se recubrió de terciopelo, brocados y seda.

En el Islam el libro fue más objeto de uso que de lujo y en los libros de lujo se puso la atención preferentemente en la caligrafía. Al libro, destinado a la lectura, se le pedía que fuera manejable y resistente. La piel podía ser de cabra, que se trabajaba muy bien en Córdoba, y de ahí el nombre de cordobán, o de carnero, más basta y de menor calidad. Los musulmanes tuvieron dos tipos de encuadernación, caja y carpeta. En la primera, la tapa de arriba cierra sobre pestañas laterales; en la segunda, sobresale la piel de la tapa superior, que dobla y se cierra como un sobre o una carpeta. La superficie de la tapa se adornó con decoración vegetal o geométrica, encerrada en recuadros hechos con hierros calientes. El libro se cerraba con un broche o manecilla y también con un simple lazo.

Una encuadernación muy rica de tipo bizantino es la realizada, a finales del siglo diez, en el monasterio de Richenau para el Evangeliario de Otón III. Está cuajada de joyas y en el centro lleva una placa de marfil con una escena religiosa, hoy en la Biblioteca Bávara.

Se conservan algunas tapas españolas de encuadernaciones lujosas de los siglos doce y trece, como la de Evangeliario de la reina Felicia de Aragón y algunas en las catedrales de Gerona y Tortosa ilustradas con la Crucifixión y el Pantocrator. En el siglo trece las grabaciones exteriores de las tapas tienden a asemejarse a las interiores. Aparecen edificios y escenas de la vida, animales fantásticos y reales, y continúan los motivos geométricos de origen musulmán.

En España se generalizó una decoración nacional llamada mudéjar, porque había sido realizada por artesanos mudéjares, musulmanes que vivían entre los cristianos. Utilizaban el estezado, humedeciendo previamente la piel para que recibiera bien la impresión, y el gofrado, impresión en seco mediante hierros calientes. Los motivos mudéjares, geométricos, tienen origen copto, y fueron heredados por los musulmanes. El color de la piel suele ser leonado, rojo oscuro, morado e incluso negro. El cierre se hacía con tiras de la misma piel que enganchaban en ojales o pletinas. Después se impusieron broches metálicos, que recibían un tratamiento artístico como las cantoneras, los bollones y los clavos protectores. Al final de estos tiempos, se colorearon los cortes, en los que solía ponerse el título, en vez de en el lomo, como se hizo unos siglos después.



Materiales didácticos, 4 Codicología en la documentación medieval del Archivo-Biblioteca

23.2.09

De los primeros libros a los ultimos

Las primeras manifestaciones impresas fueron ideográficas. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia y es anterior al 3000 a.c. Como está escrito con caracteres ideográficos, su lectura se presta a la ambigüedad. Los egipcios dejaron documentos que proceden de unos cientos de años después y testimonian el principio de transferencia fonética (Jeroglíficos). Posteriormente, surgieron también sistemas ideo silábicos en el Egeo, el valle del Indo y China. Otro sistema de escritura parecido data del 1300 a.C., y se ha encontrado en la costa norte de la actual Siria, pero en este caso los caracteres de la escritura eran unas cuñas como las de la escritura cuneiforme de Mesopotamia.

En toda la zona se escribía de forma parecida y fueron los griegos quienes tomaron su escritura de los fenicios. Dieron el último paso, pues separaron vocales de consonantes y las escribieron por separado; así se llegó a la escritura alfabética en torno al 800 a.C. El papel apareció en Egipto alrededor del 800, pero no se fabricó allí hasta el 900 (Papiro). El papel más antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Durante unos 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; en el año 610 se introdujo en Japón, y alrededor del 750 en Asia central.

El pergamino, material muy duradero, lo utilizaron los pueblos antiguos y medievales para escribir en ellos textos sagrados y literarios. Alrededor del año 200 a.C. fue sustituyendo poco a poco al papiro y aproximadamente entre los años 1200 y 1400 fue asimismo reemplazado por el papel, aunque todavía se emplea en ocasiones especiales para documentos de gran importancia y trascendencia. El pergamino y la vitela están hechos empleando un procedimiento que consiste en lavar la piel, sumergirla después en una solución de cal para quitarle el pelo, rasparla e igualarla por ambos lados y al final desgastarla por un largo periodo de tiempo con polvos de piedra pómez. El llamado papel de pergamino, invención moderna, se obtiene al sumergir el papel ordinario sin encolar en una solución de ácido.

En sus comienzos, en Oriente, las impresiones se conseguían oprimiendo el papel con un trozo de madera contra el bloque entintado. Los primeros impresores occidentales utilizaron prensas mecánicas de madera . Los impresores orientales que utilizaron tipos móviles los mantenían unidos con barro o con varillas a través de los tipos. La primera fundición de tipos móviles de metal se realizó en Europa hacia mediados del siglo XV; se imprimía sobre papel con una prensa.

El gran logro de Gutenberg fue el desarrollo de un método que permitió fundir letras con dimensiones precisas , la fecha aproximada de dicho invento fue el año 1450, este avance en la impresión contribuyó sin duda de forma decisiva a la aceptación inmediata del libro impreso como sustituto del libro manuscrito. A los libros impresos antes de 1501 se los conoce como los incunables.Su primera obra impresa con este sistema fue la Biblia. La invención de Gutenberg fue acompañada de la fabricación del papel. En el período comprendido entre 1450 y 1500 se imprimieron más de 6.000 obras diferentes. El número de imprentas aumentó rápidamente durante esos años. A partir de allí, fueron cambiando las prensas primitivas, pasaron a automatizarse las máquinas de imprimir, así como a la par fue evolucionando la fabricación y producción de papeles . Hacia 1800, los avances en el mundo de la impresión hicieron hincapié en aumentar la velocidad.

Hacia fines del S. XIX los equipos se perfeccionaron, permitiendo reducir drásticamente el tiempo necesario para componer un libro en comparación con las labores manuales. Por último, la fotografía ha venido a contribuir al desarrollo de los modernos procesos de fotomecánica.

Desde los años sesenta, los avances en la fotografía y la electrónica han revolucionado la impresión. Los nuevos materiales sensibles a la luz, como las resinas de diazonio y los foto polímeros, han creado superficies de impresión duradera por medios fotográficos y no mecánicos. Los sistemas informáticos permiten fabricar con rapidez películas para transferir imágenes a cualquier superficie de impresión. Incluso se obtienen impresiones o grabados directamente por medio de máquinas que utilizan ciertos tipos de rayo láser o agujas de diamante.

A pesar de que los modernos medios de comunicación, como la radio, el cine y la televisión, han restado protagonismo cultural al libro, éste continúa siendo el principal medio de transmisión de conocimientos, enseñanzas y experiencias tanto reales como imaginadas y la principal fuente de aporte cultural del individuo. La sustitución del libro tradicional por el libro electrónico, con su consiguiente disminución de costos de producción y distribución, permite hacer accesible el conocimiento de textos, y da mayor acceso al libro electrónico a discapacitados motores y/o visuales.


Incunables


Se llaman incunables (del latín incunabulum, cuna) los impresos en caracteres móviles desde los orígenes del arte tipográfico hasta 1500 inclusive. El término latino, aplicado a una categoría de libros, fue empleado por primera vez por el librero holandés Cornelio van Beughem en el repertorio que tituló Incunabula typographiae (Amsterdam, 1688). La toma de esta fecha como punto divisorio no deja de ser arbitraria, ya que los libros impresos de los primeros años del siglo XVI no dejan de presentar las mismas características que los incunables y porque la imprenta no apareció ni se desarrolló al mismo tiempo en todos los países.

Las características más señaladas de los incunables son:

a) Imitación de los manuscritos. Los primeros libros impresos trataron de parecerse todo lo posible a los manuscritos, ya que esta era la forma de libro a que el hombre del siglo XV estaba acostumbrado. Así, utilizan la letra gótica, abreviaturas -aunque nada las hacía necesarias-, los incipts, etc. Las iniciales se dejaban en blanco con el fin de que fueran realizadas más tarde por especialistas: no es difícil encontrar incunables donde las iniciales no se llegaron a poner nunca. También carecían de portada: la primera es la del Calendario de Regiomontano, en 1470, aunque algunos autores mantienen que al primera portada data de 1500.

b) Se impone la letra romana, de la mano de los humanistas italianos, más legible y fácil de entender. Poco a poco se van abandonando las abreviaturas.

c) Las primeras ilustraciones se hacen xilografiadas. El primer libro con ilustraciones xilografiadas es una colección de fábulas de Albert Pfister (Bamberg, 1461).

d) La lengua mayoritariamente utilizada es el latín (45%), seguida del italiano, alemán, francés, inglés y español.

e) Los temas son religiosos en el 45% de los casos. Le siguen los temas de literatura (30%), clásica, medieval y contemporánea y el resto se reparte entre diversas materias.

A final de siglo se habían impreso unos 10.000 títulos, lo cual indica la velocidad con que la imprenta se extendió por Europa.

La historieta o el comic

Estamos contemplando las diversas y multiples formas de lectura que existen hoy en dia gracias al desarrollo de las nuevas tecnologias. Pero en nuestro camino a traves de los libros electronicos, los ordenadores, las pantallas de television, las PSP y demas genero de soportes electronicos, es deber parar a pensar en las formas que estos personajes que vemos moverse en esas pequenas pantallas, tuvieron en otras epocas del pasado. Entre la literatura de papel y la literatura electronica, podemos encontrar un verdadero tesoro: la historieta (o tbo) y el comic. Quien no ha leido nunca Mortadelo y Filemon? o tal vez Zipi y Zape? Quien no ha tenido en sus manos un comic de Superman? Pues bien, todos estos personajes que ahora viven en las PSP's o Nintendos, o estan dentro de un dvd, tuvieron su origen y nacimiento en el papel. Merecen pues, que su caracter libresco, sea reivindicado.

TBOComic
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20.2.09

Otra version del libro: el Audiolibro

En el mundo anglosajón (y cada vez más en el ámbito hispano) gozan de gran difusión los audiolibros. Se trata de grabaciones habladas (o leídas automáticamente por programas informáticos) de libros ya existentes, o de libros creados expresamente para ser difundidos en ese formato audible. Suelen estar en soportes digitales (CDs, DVDs...) o se pueden descargar directamente de Internet, en formatos como mp3, lo cual los hace aptos para cualquier dispositivo: PC, móvil, reproductor mp3, etc.

Los audiolibros unabridged o íntegros son lecturas de un libro palabra por palabra, mientras que los audiolibros abreviados o abridged tienen el texto abreviado.

Algunos audiolibros tienen versiones completamente dramatizadas del libro impreso, a veces con un grupo de actores, música, y efectos de sonido. Cada primavera, se conceden Premios Audie (Audie Awards) a los mejores nominados por actuación, producción y otras categorías.

La popularidad de reproductores de audio portátiles como el iPod ha hecho que los audiolibros sean más accesibles, lo que ha producido un auge en la creación de audiolibros gratis en Librivox y proyectos similares que toman trabajos de dominio público y utilizan a voluntarios para leerlos.

La mayoría de los títulos nuevos de editores principales están disponibles en formato audiolibro simultáneamente con la publicación de la edición de tapa dura. Hay aproximadamente 25.000 títulos actuales en cassette, CD, o en formato para descargar.

¿Dónde puedo comprar audiolibros?

Existen multitud de páginas donde se pueden adquirir audiolibros, las más famosas son Audible y la tienda iTunes Store.

¿Qué ventajas ofrecen los audiolibros?

Existen múltiples ocasiones en las que un audiolibro nos permitirá obtener todos los beneficios de la lectura sin leer físicamente el libro.

Por ejemplo, una persona invidente o con limitaciones en la visión puede acceder al conocimiento de los libros escuchando. O alguna persona con limitaciones físicas que le impidan sostener y leer un libro adecuadamente. También una persona que trabaja conduciendo puede escuchar sus novelas o historias favoritas mientras trabaja. O alguien que pueda escuchar un reproductor mp3 trabajando y quiera disfrutar de un libro a la vez.

En definitiva, los audiolibros son un instrumento muy fácil de usar con el que tener siempre a mano nuestros libros favoritos.

Pero además de las ventajas de poder disfrutar de la literatura sin leerla directamente, hemos de destacar que los audiolibros son muy fáciles de conseguir. Basta una descarga a través de Internet y podremos tener el fichero con la narración, lo que nos permitirá moverlo a cualquier dispositivo para su uso. Además, las reproducciones se pueden avanzar o retroceder con facilidad. Podemos tener acceso a la literatura donde y cuando queramos.

Además, en la actualidad los fondos de audiolibros son enormes y crecen cada día más, existiendo gran cantidad de títulos disponibles, de todos los temas y materias posibles: psicología, auto ayuda, idiomas, medicina, filosofía, informática, novela, ciencia, derecho, y un largo etcétera.

E-Book

Si tú también te has encaprichado por los libros electrónicos, esta pequeña guía intentará ayudarte en la elección.

  • ¿Por qué debo comprar un libro electrónico y no una PDA o un ultraportátil? Un libro digitalizado se puede leer en un ordenador, en una PDA, en un ultraportátil o incluso en un móvil. Pero hay que ser muy valiente para hacerlo. Los lectores especializados utilizan una tecnología denominada tinta electrónica que consigue pantallas sin retroiluminación que no cansan la vista. Leer cien páginas en un monitor TFT es un infierno. Leerlas en un libro electrónico es agradable. Además, muchos permiten tomar notas, añadir marcadores y aumentar o disminuir el tipo de letra. La tinta electrónica permite fabricar aparatos que consumen muy poca energía (su batería puede durar semanas), y que permanecen legibles incluso a plena luz del día.
  • ¿Para qué lo quiero? Antes de elegir un modelo u otro hay que preguntarse sobre los propios hábitos de lectura. Los libros electrónicos son ideales para un editor que debe leer cientos de manuscritos, grandes viajeros que no quieren cargarse de libros, estudiantes que preparan una tesis y manejan cientos de volúmenes, personas bilingües que quieren tener lo último de las grandes librerías anglosajonas. También están hechos para amantes de rarezas bibliográficas que ya sólo se pueden encontrar en la red y no editadas en papel, ejecutivos que deben consultar mucha documentación, lectores voraces que leen más de lo que se pueden permitir económicamente o personas a las que resultan incómodas las pequeñas tipografías de las ediciones en papel. Si te interesa el lector como 'gadget' a la última pero no sueles leer, el libro electrónico no te aficionará.
  • ¿En qué especificaciones técnicas debo fijarme? En el tamaño de la pantalla (mejor cuanto más grande, así cabe una página entera con la letra mayor), en el peso (sobre todo si se quiere llevar de viaje), en la duración de la batería y en los formatos que lee (ninguno puede con todos). También son importantes su ergonomía, el criterio con el que están dispuesto los botones y 'extras' como el wifi. Pero quizá lo más importante sea el precio y su disponibilidad.
  • ¿Dónde se venden? Aunque es posible encontrar algunos modelos en pequeñas tiendas o en grandes superficies, lo más práctico es hacerse con uno por internet. La tienda más popular es Apolo XXI, que distribuye en España casi todos los modelos del mercado. El Papyre (alias Hanlin) también se encuentra en Grammata, y el Cybook en Pixmanía. El Sony Reader también se puede conseguir en TodoUmpc. Pero la forma más barata de hacerse con éste último es comprarlo aprovechando un viaje a EEUU o Canadá, encargárselo a un amigo o adquirirlo en eBay o en una de las muchas tiendas on line que exportan a Europa. Quien desee un Kindle deberá encargarlo en EEUU o comprarlo de segunda mano, pero siendo consciente de sus limitaciones fuera de América.
  • ¿Cuál es el mejor? Depende. Comprar un Kindle no tiene demasiado sentido en España: muchos están enamorados de él como soporte, pero es difícil de conseguir y no se puede aprovechar su mayor ventaja: los 170.000 libros que pueden bajarse en él desde Amazon. El holandés iLiad (su fabricante es una spin off de Philips) es el más completo, tiene wifi y la mejor pantalla, pero es también el más pesado y adolece de cierta lentitud. Además, cuesta el doble que el resto, por lo que a mayoría no le merecerá la pena. El Papyre (también llamado Hanlin) y el CyBook se encuentran en la misma gama y compiten entre sí; aunque se diferencian en el peso -el CyBook es ligerísimo- y en los formatos que soportan. Ambos son relativamente fáciles de encontrar en nuestro país y muy populares entre los más tecnófilos. El mejor orientado al mercado de consumo, con buenos acabados y prestaciones equilibradas, es el Sony, que tranquilizará a muchos por su marca. Sin embargo, aunque acaba de desembarcar en algunos países vecinos, Sony España no nos ha podido confirmar si alguna vez podremos comprarlo aquí sin intermediarios.
  • ¿Me lo compro ahora o espero? La tecnología que utilizan los libros electrónicos es aún muy temprana, y no soporta características básicas de la imagen como el movimiento, o el color. Es aún cara, y su número de usuarios es muy pequeño. Además, su perfil no coincide con el de los grandes lectores, sino con el de los 'techies'. Una encuesta realizada para la Federación de Gremios de Editores de España desvela que la abrumadora mayoría de propietarios de un iLiad es hombre, un dato que no se corresponde con las cifras de lectura femenina de nuestro país. Quien se "arriesgue" a comprar un libro electrónico sufrirá los inconvenientes (y también las ventajas) de los pioneros.
  • ¿Dónde puedo encontrar contenidos? ¿Y más información? En "Leer es gratis"Lectores Electrónicos, TodoUMPC o Vagos.es hablábamos de cómo alimentar tu lector. Las opciones se reducen a acudir a las escasas tiendas on line que existen en castellano, pasarse al inglés (un idioma mucho mejor surtido), bajarse clásicos de dominio público, libros 'liberados' por sus autores o directamente, piratear. La diminuta pero activa comunidad internauta de propietarios de libros electrónicos se reúne en foros como .

Etimologia de "libro"


El nombre castellano libro viene del latín liber. Esta palabra significaba originariamente ‘parte interior de la corteza de los árboles’ y solo después desarrolló el significado actual. Plinio el Viejo nos explica cómo antes de que se conociera el papiro, se utilizaron cortezas de árboles y otros materiales para escribir:

[...] antes de abandonar Egipto debemos hablar de la naturaleza del papiro, en vista de que todos los usos de la vida civilizada dependen hasta tal punto del empleo del papel [...] M. Varrón nos informa de que el papel debe su descubrimiento a la victoria de Alejandro Magno, en la época en que fundó Alejandría en Egipto. Hasta entonces no se utilizaba el papel. Primero se usaron hojas de palma para escribir y después la corteza de ciertos árboles [Plinio el Viejo: Historia natural, 13.21]

Independientemente de la mayor o menor exactitud de las noticias históricas de Plinio, es un hecho conocido que las cortezas de árbol fueron uno de los primeros soportes de escritura en la Antigüedad; de ahí que, por metonimia, se haya mantenido memoria de esto en el nombre del formato por excelencia para la palabra escrita en la civilización occidental.

La palabra castellana viene de la forma de acusativo (librum), que era la que servía en latín para el complemento directo. Esto es lo normal en el paso del latín al castellano:

Lat. librum > cast. libro